Calculo mis problemas , mido mis rayadas, y resuelvo mi vida
a cada paso que doy. Queda tanto por olvidar, vivir o descubrir. Pero cualquier
momento en el que me paro a pensar descubro algo nuevo, quizás cosas que nunca
les había dado vueltas, maneras de ser o pensar que eran totalmente
desconocidas. A lo mejor por miedo a lo desconocido no hurgamos en nuestra
mente o en nuestro interior para no darnos cuenta de lo que cambiamos y en mi
caso a darme cuenta de que a cada dia que pasa se forja en mi una madurez que
deja atrás la niña que era antes.
No soporto sufrir, echar de menos, o hacer daño y por eso me
encierro en mi misma, para no tener que pensar y hundirme en lo que tan dentro
de mi faceta fuerte y luchadora se esconde. Tal vez podría llamarlo cobardia a
crecer, a madurar, cambiar, pero a veces es inevitable y se hace demasiado
cuesta arriba ver un cambio por pequeño que sea.