Bajo este sol abrasador fumandome un cigarro y pensando en ti, en tus ojos, en tu
boca, en tu voz. El humo de este se consume como el tiempo que se escapa entre
mis dedos, sigo en la misma silla hasta el amanecer, hasta ver la luna llena y
esta botella vacia en frente de mi. Hasta aquí podíamos llegar, beber para
olvidar, subir para caer, reir para acabar llorando a solas en un agujero que
un dia fue un paisaje soleado.
Sigo sin encontrar el norte, todo se complica, la brújula se
estropea, intento rezar para que el mundo me entienda, pero son gritos en vano,
falsa felicidad.
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